Vaad Hapoel

Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición oficial del Consejo Sionista o de alguno de sus integrantes. 

Moisés Salinas

Incluso antes del salvaje ataque terrorista del 7 de octubre, el sionismo enfrentaba una crisis. Internamente, la falta de cohesión y un propósito claro hacia el siglo XXI han llevado a muchos judíos en Israel y la diáspora a cuestionar su relevancia. Además, agrupaciones no sionistas que encuentran en las instituciones nacionales, como la Organización Sionista Mundial, el Keren Kayemet y el Keren Hayesod, una fuente de fondos para sus propios objetivos, han intentado tomar cada vez más control del movimiento en los últimos años.

Externamente, el sionismo, un movimiento de derechos humanos que busca restablecer el derecho inalienable a la autodeterminación del pueblo judío, ha sido ferozmente atacado como un movimiento colonialista y racista, lo que está lejos de la verdad. Especialmente después del inicio de la guerra entre Israel y Hamas, el sionismo y sus instituciones han sido ferozmente atacados por la opinión pública y por organismos internacionales. 

Por esta razón, después de un profundo proceso de reflexión y análisis, el Comité de Normatividad y Estatutos del Consejo Sionista de México decidió trabajar en la redacción de una enmienda constitucional para la Organización Sionista Mundial, que nos permita defender al movimiento tanto interna como externamente. Esta enmienda, aprobada por el Consejo Ejecutivo o Vaad Hapoel del Congreso Sionista con 106 votos a favor y 51 en contra, busca cimentar al sionismo como un movimiento fundamentado en la democracia y firmemente en contra de la discriminación y el racismo. Modelada en una cláusula de la Ley Básica de Israel: Knesset, esta enmienda busca impedir la participación de listas electorales y candidatos que nieguen la condición de Israel como un estado judío y democrático, o que respalden la discriminación por origen, nacionalidad, género u orientación sexual.

Esta enmienda es importante por varias razones. Primero, ayuda a defender al movimiento contra ataques por ser discriminatorio o racista al hacer explícito su rechazo a estas prácticas. Segundo, coloca la defensa de la democracia como un valor central del movimiento, y tercero, se alinea con la visión del sionismo como un movimiento cuyo propósito hacia el futuro debe ser la construcción de la Medina Lemofet, el estado ejemplar al que aspiraba Theodor Herzl, fundador del sionismo político.

El arduo trabajo de investigar, redactar, presentar y cabildear esta enmienda para conseguir la mayoría constitucional de dos tercios es un logro altamente significativo para el Consejo Sionista de México y para el movimiento sionista en su conjunto, ayudándonos a dar relevancia al movimiento hacia el siguiente siglo.

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