YOM YERUSHALAIM

 Ilan Eichner W.

Yom Yerushalaim es una fecha profundamente significativa en el calendario israelí y en el corazón de Am Israel. Esta jornada conmemora la reunificación de Jerusalén en 1967, un momento crucial que restauró la soberanía originaria sobre la Ciudad Santa, después de dos milenios. El 28 de Iyar es un día de celebración, de agradecimiento y de reflexión sobre el significado de Jerusalén en nuestra identidad e historia.

En estos momentos, cuando Israel enfrenta la amenaza y la realidad de la guerra, Yom Yerushalaim adquiere un significado mucho más profundo. La lucha por Jerusalén, que simboliza la pugna por la existencia misma de Israel, pone de manifiesto la resiliencia y determinación del Pueblo Judío, así como el hecho de que desde tiempos inmemoriales, Jerusalén ha sido el centro espiritual y cultural de nuestra gente, un faro de esperanza y un símbolo de fe y perseverancia.

Hoy, más que nunca, Yom Yerushalaim nos llama a la unidad y a la fortaleza. Es verdad que la guerra trae consigo dolor y sufrimiento, y el precio de la paz parece cada vez más alto. Sin perjuicio de lo anterior, la historia de Jerusalén nos enseña que, incluso en los momentos más oscuros, la luz de la esperanza y la justicia prevalece. La reunificación de Jerusalén en 1967 fue un testimonio de esta realidad, un momento en que el coraje y la fe se unieron para recuperar lo que legítimamente nos pertenece.

Como sionistas, debemos renovar nuestro compromiso con los valores y principios que sustentan nuestra Nación. Yom Yerushalaim no es solo un recordatorio del pasado, sino una guía para el presente y el futuro; es una celebración que nos llama a defender con firmeza y convicción nuestro derecho a vivir en paz y seguridad en nuestra Tierra ancestral, nos inspira a apoyar a nuestras Fuerzas de Defensa y a trabajar incansablemente por un Israel seguro y próspero.

En este día, también debemos rendir homenaje a aquellos que han sacrificado tanto por Jerusalén y por Israel. Los soldados y ciudadanos que han dado sus vidas en defensa de nuestra Patria son héroes cuyo legado nos impulsa a seguir adelante con determinación, puesto que su valentía y sacrificio nos recuerdan que la libertad y la seguridad de Israel no son dádivas, sino logros que debemos proteger con dedicación y amor.

Además, Yom Yerushalaim nos llama a la oración y a la esperanza. Oramos por la paz de Jerusalén, por la seguridad de Israel y por la unidad de nuestro Pueblo. En medio de la guerra, afirmamos nuestra esperanza de un futuro donde Jerusalén siga siendo un lugar de paz y coexistencia, un símbolo de la posibilidad de armonía. En estos tiempos difíciles, renovamos la fe en el futuro de Israel y la determinación de proteger la herencia del Pueblo Judío y su hogar, inspirándonos en Yom Yerushalaim para permanecer firmes en nuestra convicción y, especialmente, para trabajar por un Israel seguro, próspero y en paz.

Jerusalén, con sus antiguas murallas y calles cargadas de historia, sigue siendo un símbolo poderoso de nuestra inhexorable conexión con la Tierra de Israel. Cada Yom Yerushalaim, renovamos la promesa de protegerla y de mantener vivo su legado para las generaciones futuras. El 28 de Iyar es un día para recordar que, a pesar de las adversidades, nuestro espíritu y determinación permanecen y serán por siempre absolutamente inquebrantables. ¡AM ISRAEL JAI!

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